Las y los participantes del VI Encuentro de la Mesa Amplia Nacional de Profesoras y Profesores de Universidades Públicas-MANPUP, reunidos(as) los días 29 y 30 de abril de 2022 en Bogotá, declaramos ante las comunidades educativas y la opinión pública que:
Evidenciamos una profundización de la política neoliberal en educación superior del país, la cual continúa agudizando la crisis de las universidades públicas, especialmente su financiación, situación que ha sido menguada parcialmente en los últimos tres años con la recepción de los recursos adicionales que se lograron con el paro universitario de 2018, pero que siguen siendo insuficientes frente al déficit acumulado y las nuevas necesidades de inversión en razón de la pandemia como ha sido reportado por parte del SUE y los gobiernos universitarios.
Las consecuencias de esta crisis sanitaria se pueden analizar no solo desde indicadores económicos y sociales, sino también en términos políticos, pues ha afectado de diferentes formas al movimiento universitario, al exacerbar el individualismo como una forma de comportamiento normalizado en el estamento profesoral y ha deteriorado la comunicación entre las diferentes generaciones de estudiantes, y entre estamentos, lo que dificulta la cohesión interna del
movimiento estudiantil y la posibilidad de avanzar en un movimiento profesoral y universitario.
Además, se han agudizado las estrategias destinadas a estigmatizar la protesta social y fragmentar las iniciativas de las organizaciones políticas. A estas expresiones de violencias y conflictos se le suma la instrumentalización de la virtualidad como un medio orientado a la desmovilización de la comunidad universitaria que afecta la calidad de la educación y deja los campus vacíos, menguando la posibilidad del debate, la crítica y la organización política, con consecuencias graves
para la vida universitaria. Un claro ejemplo de esto se vio el pasado jueves 28 de abril de 2022 donde diferentes organizaciones estudiantiles y asamblearias llamaban a conmemorar un año del estallido social, mientras las directivas universitarias llamaban ese día a clases virtuales.
Resaltamos entre las problemáticas que habitan los campus la agudización de las violencias basadas en género (VBG) que incluso han llevado a declarar una emergencia nacional.
Reconocemos en estas agendas y dinámicas, el trabajo de las colectivas en las diferentes universidades, lo que ha contribuido a visibilizar esta situación y a exigir tal como lo ordena la ley, protocolos de atención a estas violencias que sean oportunos, efectivos e integrales. Sin embargo, las universidades no han dado respuesta oportuna, y en cambio han ocasionado dinámicas de revictimización, dilación de procesos y desistimiento en las denuncias
En el actual momento político del país, como MANPUP mantendremos una interlocución crítica con el nuevo Congreso y el nuevo gobierno para proponer y exigir transformaciones profundas de la política de educación superior, que incluyen la financiación plena de las instituciones con recursos del presupuesto de la nación. Rechazamos el enfoque de endeudamiento de los (as) estudiantes y sus familias, como ha venido sucediendo con créditos en el ICETEX o con la ley contingente al ingreso, el cual desdibuja el derecho constitucional y humano a la educación, remitiéndolo a la capacidad de pago de acuerdo con los ingresos individuales. De igual manera, ratificamos la defensa de la autonomía universitaria y reivindicamos el derecho a un pensamiento libre y crítico. En este sentido seguiremos promoviendo el decálogo de la MANPU y respaldando la movilización estudiantil y universitaria.
Reconocemos la palabra como expresión de nuestras formas de lucha y reivindicamos las calles como escenario de resistencia.
Finalmente queremos alertar a la comunidad sobre:
- La inminente profundización de la complicada situación financiera de las universidades públicas que se agrava con la finalización en este año de las transferencias ganadas con el paro de 2018.
- La ausencia de la reflexiónpedagógica sobre lo que está pasando en las universidades, debido a la desconexión de la comunidad universitaria con el sentido que debe inspirar a las instituciones educativas y con los debates sobre un proyecto educativo que atienda las demandas y requerimientos de las (os) estudiantes y la sociedad colombiana.
- El aumento de la precarización laboral de los profesores ocasionales y de cátedra, debido a la flexibilidad en sus contrataciones y a la falta de garantías laborales.
- La continuidad de la criminalización de la protesta social y la estigmatización del movimiento estudiantil, mediante tácticas criminales que dejan a las y los jóvenes heridos gravemente o causan su muerte, y la persecución de las organizaciones profesorales y sindicales en diferentes universidades del país
- El aumento de las violencias basadas en género-VBG, tanto en el contexto universitario como en otros espacios de socialización política, a las cuales se le suma la desidia institucional, representada en la poca celeridad de los procesos disciplinarios y la débil transformación institucional para hacer frente a estas prácticas inaceptables.
Instamos a las y los universitarios a romper con la inercia producida por la pandemia, a develar la estrategia que socaba toda posibilidad de trabajo colectivo y a comprometernos con las causas universitarias, como lo es la defensa de la educación como derecho humano y bien común.
Dada en Bogotá, el 12 de mayo de 2022
Publicada 20 de mayo de 2022
Descargar la declaración en formato pdf Declaracion VI Encuentro